martes, 29 de noviembre de 2016
Necromancer Autor Franco Sansores 13/02/16
Necromancer.
Copyright © 2016 Franco Sansores
Todos los derechos reservados
Ilustración, entintado y digitalizado de la portada
por Tita
Facebook: VeniversumsStudio
Paginas 4
Prologo.
—¿Como comienzo? Mmm... por el principió o tal vez, ¿presentándome?... Pero ahora que
trato de recordar no viene a mi mente mi nombre.
Mmm tampoco recuerdo si fui humano. Las probabilidades dicen que si. De todo el acerbo
de animales que he ayudado a dar vida con ninguno me he sentido identificado.
Soné muy «Madre Naturaleza», ella es otra, yo soy o me apodan «Guardián de la Luz».
Llámame... Lúmite, si Lúmite.
«Lúmite, el Guardián de la Luz».
Estoy seguro que los humanos me llaman de otra manera, pero.. ¡Que importa al cabo
nadie me puede, ver ni escuchar!
Me acabo de dar cuenta que estoy hablando solo...
El soliloquio provenía de una semiesfera brillante y blanca que surcaba los cielos de
Edinfor, el conteniente mas grande del mundo. En sus limites se encontraban montañanas,
bosques y playas. La esfera autoproclamada Lúmite observababa el verde de las hojas, el azul
del mar y la transparencia de las aguas cristalinas de los rios.
Ese Ser se sentía algo raro al ver esos paisajes al que siempre estaba acostumbrado.
Intrigado continuo su discurso.
—Bueno esto es extraño. ¿Que hecho en el mundo me ha despertado? , mi parte humana
que se quiere comunicar.
Tal vez sea el tiempo de renovar o tal vez exista una amenaza para toda la vida.
¿Que hecho requiere que una parte de este Ente llamado la Luz de la Vida se vuelta un
individuo?
Sigo hablando solo...
Lúmite continuo navegando por el naranja del ocaso. Vio una águila a su lado, ella lo
ignoraba.
—Creo que he divagado mucho y no he tocado nada de que soy o a que pertenezco, pero
todo comenzó con la vida misma hace millones de años, tal vez mas no llevo la cuenta en años
humanos, estos siempre se preguntan ¿Cómo comenzó la vida? y buscan una mística o
plausible razón, la verdad es mas simple de lo que piensan.
«Solo nació un día.»
El águila estaba concentrada en atrapar un marmota que descuidadamente se encontraba en
un claro, el águila bajo en picada buscando la primera comida del día antes que se oculte el
sol. Lúmite continuaba contándole, según él, al águila su historia.
—Mas antigua que la vida es la Naturaleza, ¡0h, «Madre Naturaleza»!, ¿Tu también habrás despertado? Me agradaría platicar contigo. Creo que los humanos le llama «Gea», un
nombre muy incorrecto. Aunque tampoco recuerdo haberle preguntado su nombre.
El águila sembró sus garras en la marmota y la elevo para comérsela en su nido. La
marmota murió desangrada cuando las garras atravesaron su yugular, sus sangre se regó por el
césped mientras gritaba de dolor. A Lúmite no le pareció cruel este acto, era algo natural para
él.
—Y después de un microlapso conocí a Muerte. A él le encanta que le digan «Necro». Es un
Ente bastante hablador para ser quien representa la extinción de todas las cosas.
Ahí estábamos los tres en este mundo. Vigilando a todas las criaturas. Hasta que, igual que
la vida, simplemente la magia apareció.
Los animales la usaban, los humanos igual, incluso los muertos.
Ahí comenzó nuestro dilema.
La noche cayó, Lúmite parecía una estrella fugaz junto a los demás astros. Los aldeanos
comenzaron a levantar sus cabezas viéndolo con alegría y algunos cerrando los ojos
murmurando cosas, aunque Lúmite podía escuchar sus rezos y deseos, no les prestaba mucha
atención.
Se acercaba a un cuidad llamada Noya Cram. Silenció los voces de los demas y se
concentro en el sonido de los cascos de unos caballos galapando, se mostró interesando en esa
persecusion.
—Nuestro dilema para los Tres Guardianes, era ¿Que hacer con la magia? Los Humanos
piensan que somos omnipotentes, los pocos que saben de nosotros claro. Nuevamente la
verdad es mas simple de lo que creen.
Solo dejamos fluir las cosas, el nacimiento, la vida la muerte y la magia.
La magia debía de restringirse y lo hicimos, hay magias prohibidas para todos.
Se dividió por grupos Magia de la Luz, Magia de los Elementos y la Necromancia, les dije,
a Necro le encanta su nombre. Y el hombre como ser social convirtió eso en clanes, ordenes,
en reinos, en trabajos, en una forma de vida.
Y sí estoy aquí significa que algo va a cambiar para bien o para mal y yo como el Guardián
de la Luz, Lúmite solo puedo dejarlo fluir.
Y aquí en esta ciudad veo los actores de ese movimiento.
La sacerdotisa de la Luz, Kery que persigue a ese hombre sin pensar en sus acciones, solo
cumple su misión.
El Bibliotecario Fouron, ansioso de leer sus libros en la soledad, en su arrogancia ignora
lo poderoso que es.
Y el otro que duerme plácidamente después de un día de trabajo.
¿Que pasa? ¿Las reglas se han roto?, ¿las romperán y serán capaces de arreglarlo?
Como siempre observare.
Mmm... sigo hablando solo.
